Múltiples estudios han mostrado que la desregulación de las cascadas inflamatorias estarían implicadas en el desarrollo de diversos tipos de cánceres, como el de pulmón, mama, colorrectal, gástrico y pancreático entre otros (3). En este sentido se ha observado que la práctica de actividad física podría reducir las cascadas, promoviendo de esta forma una disminución de la inflamación crónica.

Ejercicio y prevención de cáncer.

Respecto a la prevención de cánceres y la actividad física existen dos cánceres en los cuales existe una evidencia que soporta el beneficio de la actividad física, estos son el cáncer de mama y el CCR.

 

Actividad física y cáncer de mama.

El cáncer de mama se mantiene como el cáncer de mayor incidencia y mortalidad en las mujeres a nivel mundial (1). Por lo anterior, es que se han desarrollado estudios para tratar de identificar sus factores de riesgo, realizar programas de prevención, mejorar el tratamiento y condiciones asociadas..

 

 

Prevención primaria

Se realizó un estudio exclusivamente en mujeres, que se basó en la posibilidad de identificar factores de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama, siendo la mayor actividad física y un menor índice de masa corporal, factores protectores para el desarrollo de cáncer de mama (9). Otro estudio logró evidenciar que existe una relación inversa entre actividad física y el riesgo de desarrollar cáncer de mama. En este estudio se menciona que el riesgo pudiese ser modificado según la edad de inicio de la actividad física, así como el estado menopaúsico (10). De este estudio se deduce que a menor edad de inicio de la actividad física mayor será la protección contra el desarrollo del cáncer de mama.

 

You’ve gotta dance like there’s nobody watching, Love like you’ll never be hurt, Sing like there’s nobody listening and live like …

Ejercicio post-tratamiento de cáncer de mama.

En el seguimiento de pacientes tratadas por cáncer de mama, también se han estudiado diversos factores que influyen en la recurrencia y mortalidad. En este sentido la revisión de estudios epidemiológicos de Patterson et al, evidenció que la actividad física se asocia a una disminución de un 30% de la mortalidad por cáncer de mama, además en el mismo estudio se indica que la presencia de obesidad es otro factor que contribuye a la mayor mortalidad postratamiento (11). De esta forma el ejercicio mejoraría la sobrevida por si mismo y además podría contribuir a la disminución de otro de los factores de riesgo como es la obesidad. Sin embargo, debemos destacar que estos son estudios observacionales y debieran ser confirmados por otros prospectivos a largo plazo.

En un estudio prospectivo desarrollado en 1490 pacientes de hasta 70 años, con cáncer de mama en estadio temprano, se siguió a las pacientes por 24 meses en promedio. En este estudio, el análisis univariado mostró que el poseer un índice de masa corporal mayor a 30 confirió a las pacientes un mayor riesgo de mortalidad. Respecto a la actividad física, se evidenció que el practicar actividad física regular disminuía el riesgo de mortalidad, siendo mayor el beneficio a mayor actividad física. En el análisis multivariado la obesidad mostró una tendencia a menor mortalidad sin alcanzar significación estadística. La unión de la realización de actividad física junto a una dieta rica en frutas y vegetales mostró un beneficio en la sobrevida, presentando las mujeres con alta actividad física y consumo de frutas y verduras un 6 a 7% de reducción de mortalidad estimada a 10 años, en comparación con las pacientes con baja actividad física y consumo de frutas y vegetales